Fotografía creativa en casa: cómo jugar con espejos y luz para resultados profesionales
En fotografía no siempre es necesario un gran equipo o un estudio fotográfico para conseguir imágenes llamativas. A veces, con objetos cotidianos y una buena iluminación, podemos crear efectos sorprendentes que recuerdan a una sesión de fotos profesional.
Hoy quiero compartir una técnica sencilla que cualquiera puede probar en casa y que ayuda a entrenar el ojo fotográfico y la sensibilidad hacia la luz.
El material necesario
Para esta práctica no necesitas invertir en un gran estudio de fotografía. Basta con:
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Un espejo o una bandeja con efecto espejo.
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Pinzas u objetos pequeños que quieras fotografiar.
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Una fuente de luz continua (puede ser una lámpara).
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Una cámara o incluso un smartphone con buena resolución.
Lo importante aquí no es el material, sino cómo lo uses. Un buen fotógrafo profesional sabe que la luz y los ángulos lo son todo.


Montaje paso a paso
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Coloca los objetos en el centro del espejo. En mi caso, utilicé unas pinzas, pero puedes probar con vasos, botellas o cualquier elemento cotidiano.
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Ilumina de manera directa. La clave está en usar una luz continua que resalte los reflejos.
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Juega con la perspectiva. Si disparas desde un ángulo, obtendrás un fondo blanco; desde otro, verás el fondo negro. Este cambio da una sensación completamente distinta, casi como si fueran dos sesiones fotográficas diferentes.
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Controla los reflejos. El espejo multiplica la luz y crea simetrías que pueden hacer tu foto mucho más atractiva.
Consejos para mejorar los resultados
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Mantén el espejo limpio para evitar manchas o reflejos indeseados.
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Utiliza un trípode si quieres fotos más nítidas.
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Cambia los objetos para experimentar: frutas, joyas, botellas de cristal… todos reaccionan distinto a la luz.
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No tengas miedo de hacer muchas pruebas: la fotografía profesional es en gran parte ensayo y error.
Como ves, para obtener fotos profesionales no siempre es necesario contar con un gran presupuesto ni un espacio de trabajo enorme. Con un espejo, un objeto cotidiano y una fuente de luz puedes crear imágenes sorprendentes que recuerdan a una auténtica sesión fotográfica de estudio.
Lo importante es atreverse a experimentar, observar cómo reacciona la luz y, sobre todo, disfrutar del proceso.
¡Ahora te toca probarlo a ti!